domingo, 13 de marzo de 2011

Nostalgias tras la cuarta pared

El espectáculo comenzaba.

Lunas como focos
alumbraban silencios
y carcajadas.

Nuestros personajes
se miraron
y se abrazaron.
Nuestros papeles
se fundieron
y confundieron
en el gran escenario de la vida.

La magia bordó
su papel protagonista.

Pero el reloj voló o habló
más de la cuenta.

El capricho canalla del tiempo
me condenó al destierro,
y sentó mis soledades
en la butaca gris
del espectador.
Aún así
seguí sintiendo
mía cada escena,
y tuyo,
porque siempre fue tuyo,
mi cansado y enclenque corazón.

Recordé.

Deshilaché paciente
el telón opaco
de nostalgias en blanco y negro.

Y cada noche en pié
aplaudí tu nombre y tu recuerdo
como si cada parpadeo en tu mirada
fuese el preludio
de la última función…

PABLO GARCÍA-INÉS

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