domingo, 13 de marzo de 2011

Ana, la felicidad y los bocatas

Ana es una sonrisa con delantal. Trabaja como dependienta en la tienda extremeña que prepara los mejores bocatas de la universidad. El ingrediente secreto, pienso yo, es el cariño con el que mece los tomates, salsas y barras de pan. Cada bocadillo hecho con la ilusión de una tarta de bodas. 

Juan, su hermano, le ayuda cortando los panes y lavando las lechugas. Él había llegado a España gracias al dinero que su hermana había ahorrado para pagar su viaje, poquito a poquito,  durante sus 6 años trabajando en Madrid. Soñaba con una tierra llena de oportunidades,  pero para aquel entonces las cosas se habían complicado demasiado. Sin papeles no le ofrecían trabajo, sin trabajo no la ofrecían papeles. Cruel espiral de sinsentido, estúpida pescadilla devorándose la cola.  

Desanimado, desilusionado, solía vagar por casa con la tristeza de no sentirse útil. Ana se impregnaba de su dolor, que le arañaba el alma. Una mañana decidió actuar. Llamó a su hermano y le pidió que viniese, a toda prisa, a verla a la tienda. Le contó ilusionada que el dueño había aceptado contratarle también a él. Que trabajarían juntos y harían los mejores bocadillos del mundo entero.

No existía tal trabajo. Ana daba su sueldo entero a su hermano cada mes como si el dueño le pagase. Por las noches, al salir de la tienda, trabajaba limpiando oficinas para recuperar el dinero, en secreto, sin que Juan lo supiera. Como coartada a sus ausencias nocturnas se inventó un novio apuesto y aventurero que cada noche le llevaba a volar por el cielo de Madrid.

Los dos hermanos trabajaban y reían juntos. Cortaban tomates, contaban chistes, y bailaban entre los fogones. Juan era feliz en la felicidad de Ana, a la que imaginaba acariciando estrellas con su ficticio príncipe azul. Ana era feliz por la felicidad de su hermano, casi a punto de explotar por la ilusión de su primer trabajo. Somos lo que amamos, pensé yo, disfrutando después de clase de un bocadillo con sabor a magia y carcajadas.
 Madrid Mayo 2007
PABLO GARCÍA-INÉS

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