martes, 15 de abril de 2014

Todas las fotos mienten (Adioses como pedradas IV)

Las fotos mienten.
Todas.
De cualquier tipo, color y tamaño.

El tiempo empuja hacia adelante
cuerpo y alma en estampida,
se multiplican los pasados, los adioses, las nostalgias,
y la foto permanece indiferente,
pasiva, fría,
feliz en su papel de espejo
sin pelos ni verdades
en su larga lengua de serpiente.

Las fotos duelen,
todas y cada una de ellas.
Pero esta dolió
más de la cuenta.

Allí estabas.
Supongo que en algún país del norte,
y tú,
nacida para el sur,
no eras tan tú
ni yo ya
tan nosotros.

¡Maldita imagen!
con su mar de indiferencias  
arrastrando 
como pesadas cadenas
las posdatas:
¿y si…
hubiera…
quemado las naves
saltado al vacío
seguido tus huellas
rogado que te quedes?

Pero nada, silencio,
y un grito en blanco y negro
atravesando la noche
 y la garganta.

Dicen los que saben, que las fotos,
te roban el alma…
                      A mí…
me la arrancó de cuajo.

Hace tiempo ya que los adioses
destrozaron un tren que no era mío
a pedradas.

Y ahora camino por las vías sin rumbo
soñando que descarrila
el vagón cargado
con todos los polizones
que ahora habitan tus retratos.

Porque las fotos mienten,
todas,
pero esa,
tan lejana, tan ajena, tan ausente,
decía todas las verdades,
de las que huyo
desde que huiste
de mi lado.

Pablo García-Inés
@pablogarciaines