lunes, 20 de junio de 2016

Al lugar donde has sido feliz...

Al lugar donde he sido feliz
no debiera tratar de volver...
pero vuelvo.

Habito viejos mapas repletos de cruces,

de puntos tachados,
destinos en la memoria de los que huyo
tal vez porque fueron malos
y duelen,
tal vez porque fueron buenos,
y fueron.

Lugares vetados al recuerdo y al retorno

cruces que confundo como puntos de destino,
cuando el alcohol o la nostalgia
inundan venas y cuadernos.

Y vuelvo, vuelvo y vuelvo,

tal vez buscando la llama que prenda
que encenice los recuerdos y paisajes
donde habité siendo un yo que ya no habita
ni este ni ninguno
de los mundos.

Miro con dureza de reproche materno

al Mediterráneo, al Tejo, al Guayas,
siempre huí a ciudades con orilla
donde el agua ejerciera la crueldad de los espejos;
para que al huir de mí,
choque conmigo,
y no tenga
más remedio
que enfrentarme.

Vuelvo.

Juro no volver, y vuelvo,
a los rincones, cicatrices y silencios
que un día fueron sangre de mi sangre
hoguera de mi cueva
charco en mis zapatos.

Vuelvo.

Crecer es decir adiós
pero el niño cobarde que me habita
con cada adiós se vuelve
menos hombre
y más y más pequeño.

@pablogarciaines

Invierno 2016 

domingo, 5 de junio de 2016

Volar era otra cosa

Serán las alas.
Tan ajenas, tan artificiales.

Será que ni conozco ni me importa
ni un solo rostro, un solo nombre,
de las 200 soledades
que las próximas doce horas
compartiremos cielo
y comida plastificada.

Será que ni siento el gusanillo
que habita en los estómagos nómadas
que mudan de piel y de morada.

Devorado por los cuervos, vuelo.
Abajo el mar, creo.

El día que crecí de golpe
se hizo la ventana espejo
y bajé
para siempre
la persiana.

Qué feo.
Mirar al paisaje y verse.
Qué feo.
Buscar montañas y descubrir un rostro
que deberías ser tú, pero tú no eres,
porque tú no vistes de esos ojos sin luz
no habitas esa piel adulta
ni esa sonrisa ausente.

Volar era otra cosa, pienso.
Los guacamayos saben.
Los niños con capa,
los magos, Peter Pan,
los dientes de león,
las hojas de los sauces.
Saben.

Los aviones
simplemente te llevan
veloces e insensibles
desde una nostalgia,
con su herida,
hasta la próxima.


@pablogarciaines
Invierno 2106