No me quieras. No te entregues.
No me pidas: quédate conmigo.
Lléname de nostalgias y de ausencias.
Deja mi cama vacía, tu miel en los labios.
Hazte imposible, inalcanzable.
Huye de mis brazos y quédate en forma de deseo.
¡Duéleme!, te lo pido, ¡duéleme!
Para que no me duela ella.
No me pidas: quédate conmigo.
Lléname de nostalgias y de ausencias.
Deja mi cama vacía, tu miel en los labios.
Hazte imposible, inalcanzable.
Huye de mis brazos y quédate en forma de deseo.
¡Duéleme!, te lo pido, ¡duéleme!
Para que no me duela ella.
Pues sí que te ha afectado Barcelona, caramba. Qué tengas un buen agosto, poeta.
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